La tristeza es un monstruo gigante y formidable

La tristeza es un monstruo gigante y formidable… o parafraseando a Arturo Rivera diré “que es una gallina grande y gorda” y no viene de ningún lado, solo aparece, es un rival de temer, difícil de vencer una vez que hizo su nido en nuestra mente, siendo aun la mas analítica… en realidad no estoy en contra de la tristeza, cada quien tiene sus mecanismos para vivir en esta vida, en fin que la tristeza si se lo permites te puede inundar el alma con llanto, angustia y desesperación y lo peor que se puede hacer en un situación desesperada es ser presa de la angustia y soltar el llanto…
Ayer que fue catorcena (ya les explique que me pagan cada catorce días) como buen y fiel asalariado me largue a ahogar mis penas cantineando y pocholaqueando, pequeño breviario cultural:
Cantineando: acción de ir a cantinas de mala muerte y salirse a la chingada si esta como pinche cementerio e ir a otra cantina de mala muerte a seguir chupando en alta
Pocholaquear: palabra derivada de pocholaca que significa andar viendo, sobando, manoseando, pagando, platicando, gritando “mucha ropa”, pagando copas de dama y metiendo mano a pocholacas
Pocholaca: puta, zorra, meretriz, mesera, suripanta, cusca, cortesana, taibolera, mujeres de la vida galante o de la vida alegre, facilotas, etcétera, etcétera, etcétera.
Bueno, primero llegamos a “la boya” donde parece que como dicen “los de abajo” los lunáticos están al frente del asilo, aparentemente las putas se quedaron con el antro (me pregunto si habrán formado una asociación civil o una cooperativa de zorras), entonces hay una vieja gacha que como que le dijeron que canta bonito asi que hay que soplarse sus aullidos, al menos había modelo especial en envase de vidrio que como me gusta vive dios, después que se callo la cantante por que no se si llamarle un impertinente o un verdadero conocedor de las bellas artes la interpelo por que le dejo la copa en la mesa por subirse a cantar, de tal suerte que empezaron a poner rolas viejas de una rocola vieja, no me quejo de las rolas viejas, me quejo de las malditas viejas que estaban cambie y cambie la rola, al grito de “deja esa”, “cámbiala”, “esa no me gusta”, una mierda de verdad, nomás nos chingamos dos chelas ahí y nos largamos a “la plataforma”, la verdad es que desde que remodelaron el lugar quedo bastante bien, y las pocholacas eran de mas nivel, claro que a cualquier cantinucha que nos hubiéramos metido la pocholaca estarían mejor que las viejas de “la boya”, en realidad había culos de a madre pero nomás como 3 o 4 de verdadero nivel, el pedo es que allí no venden producto del grupo modelo, solo superior, así que estuve libando con lager, que es de lo mas pasable de la mierda esa de sol, guac! Como sea, empezó el “chou” y pues a ver culos, algunos feos, otros peores, alguno no tan malo y a seguir chupando, ya con media estocada empecé a ver demonios y diablitos, ni tantos demonios ni tantos diablitos, supongo que el “dellirium tremens” se acentúa conforme pasan las chelas, por que “al demonio es mejor verle la cara si tu alma has de vender”, y entonces por fin llego, después de los peores ocho meses que he vivido en mi vida profesional, la tristeza llego, es curioso que haya tenido que ser un putero, pero así fue, llego, por fin llego, casi me alivio, todo este tiempo me había asombrado y especialmente las ultimas semanas que no sintiera nada, pero ahora que la tristeza anido en mi, creo que vuelvo a las filas de la normalidad, en fin que ayer se presento al principio tímidamente pero en cuanto noto que lejos de luchar se le recibía con los brazos abiertos pude notar como crecía y se inflamaba… y luego, luego ya no hubo dios, ni chela, ni nalga que ofreciera confort, así que decidí irme al otro lugar donde me siento cómodo, mi cama!